Médicos indujeron el parto de una mujer de 30 años que estaba enferma de gravedad por covid-19, en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN) del Hospital del ISSSTE en Zacatecas. Lamentablemente, la madre falleció días después.
La mujer tenía 30 semanas de embarazo y estaba intubada, por lo que al ver que se agravaba su salud, los galenos decidieron provocar el nacimiento del bebé para no poner en riesgo su vida. Pesó un kilo 300 gramos.
La ginecólogo obstetra, Berenice Talamantes Luján, fue quien realizó la cesárea y, en entrevista con El Universal, comentó que diez días atrás la mujer llegó al hospital con un cuadro respiratorio relacionado con los síntomas de covid-19. Fue internada para seguir atendiendo su embarazo de siete meses y medio.
Días después, la enfermedad complicó su estado de salud y la tuvieron que intubar, pero al presentar bajos niveles de saturación se estaba poniendo en riesgo la vida del bebé, por lo que se planeó la cesárea y “así cada uno daría su propia batalla por separado”, comentó Talamantes Luján.
“Fue una cirugía que duró 40 minutos, fue muy complicada por el bebé, por las condiciones de la paciente, por el ventilador, ya que esas pacientes tienen anticoagulantes y para una cirugía sangran muchísimo. Fue difícil para todos, porque una paciente intubada es más contagiosa que una paciente covid-19 estable”, indicó.
Relató que se le hizo la prueba para SARS-Cov-2 al bebé y salió negativa, sin embargo, consideró que al tener pocos días de nacido se le deba realizar otra más para tener certeza de que no fue contagiado.
La cesárea, añadió, fue un éxito, el bebé permanece en terapia intensiva. La madre fue enviada a un área covid-19 donde falleció a los dos días, lamentó la doctora.
Fuente: Proceso