Ricardo Anaya Cortés había dado a entender que no atendería la cita de un Juez federal que lo busca por las acusaciones de cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero. Pero siempre sí acudió. Fue por Zoom, una plataforma de videoconferencias. El dato fue confirmado por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
De acuerdo con un breve reporte del órgano, esta mañana dio inicio la audiencia en la que la Fiscalía General de la República (FGR) busca imputar al excandidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) por la supuesta recepción de un soborno de seis millones 800 mil pesos, según declaró en 2020 el exdirector general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin.
“A la audiencia, que se realiza vía Zoom, se conectaron todas las personas involucradas, incluso el mismo Ricardo Anaya“, detalló el CJF.
La comparecencia, que arrancó a las 11:15 horas de este jueves, tuvo lugar en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte; sin embargo, él, su defensa, fiscales federales y representantes legales de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se enlazaron de manera virtual.
Minutos después, ya cerca de las 12:00 horas, el Consejo de la Judicatura Federal reveló que la defensa de Anaya Cortés, encabezada por el litigante Eduardo Ismael Aguilar Sierra, “informó que no ha contado con acceso a la carpeta de investigación, por lo que para garantizar su derecho a una ‘defensa adecuada’ la audiencia se reprogramó para el lunes 4 de octubre a las 9 horas”.
Por último, indicó a la Fiscalía General de la República (FGR) que tiene 15 días a partir de este jueves para entregar a Ricardo Anaya la carpeta donde se indiquen los motivos por los cuales está siendo investigado.
En tanto, la defensa legal del militante del blanquiazul envió un comunicado para asegurar que su cliente hoy goza de todos sus derechos jurídicos y ciudadanos vigentes.
Antes de que se anunciara que el panista sí respondió al citatorio del Juez, aunque fuera a distancia, se hizo presente a través de su cuenta de Twitter. Primero, aprovechó ese espacio para responder a un texto publicado por Milenio esta mañana, en el que se reporta que Carolina Martínez Franco, su esposa, se hizo de una casa en el exclusivo fraccionamiento Club Campestre en Querétaro un mes después de que Lozoya le habría entregado seis millones 800 mil pesos para que votara a favor de la Reforma Energética.
“Surgieron DOS pruebas CONTUNDENTES contra mí: dos casas donadas. Club Campestre 7C: Es de mi mamá ¡desde 1993! Club Campestre 404: Es de mi suegra ¡desde 1996! A AMLO SÍ le pueden donar un rancho, y él puede donarlo a sus hijos. En mi caso ¡prueba aportaciones de Lozoya!”, replicó.
Después, Andrés Manuel López Obrador afirmó que Ricardo Anaya es alumno de Diego Fernández de Cevallos y de quienes iniciaron con “la política de pillaje” con Carlos Salinas de Gortari, a la par el panista se defendió y calificó al mandatario de “mentiroso compulsivo”.
Todo ocurrió esta mañana, cuando en conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el Presidente dijo que las acusaciones de Anaya tienen que ver con la corrupción del sexenio pasado y que Anaya es alumno de quienes empezaron con Salinas de Gortari.
“Todo esto tiene que ver con la corrupción que imperó durante el periodo neoliberal, pero Anaya es alumno de quienes empezaron con Salinas de Gortari, con toda la política de pillaje. ¿Quién es el maestro de Anaya? Esto es para los jóvenes y también para quienes no lo saben. Bueno, uno de los maestros de Anaya pues es Diego Fernández de Cevallos”.
Minutos después, Ricardo Anaya envió un mensaje y se defendió de las acusaciones del mandatario señalando que le preocupaba la salud mental de López Obrador.
“No sé a ustedes, pero a mí ya me está preocupando la salud de López Obrador. El mentiroso compulsivo que tenemos en el Palacio dijo ahorita hace unos minutos en la ‘mañanera’ que Carlos Salinas es mi maestro, ¿saben qué era yo cuando el Presidente entró en el 88? ¡Era un niño de nueve años! ¡Es un señor al que jamás he saludado en mi vida!”, expresó Anaya.
En días pasados, el político había anunciado su “exilio”, presuntamente a Estados Unidos, por lo que considera una “persecución política” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo derrotó en las elecciones de 2018.
La Fiscalía acusa a Anaya de haber recibido 6.8 millones de pesos (unos 336 mil dólares) en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para que votara a favor en 2014 de la Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), que abrió el sector a la iniciativa privada.
El Ministerio Público se basa en la denuncia del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, quien el año pasado denunció a Peña Nieto y a su Secretario de Hacienda Luis Videgaray de haberle ordenado entregar sobornos de Odebrecht a legisladores de la oposición para que votaran a favor de la reforma.
Anaya considera que en la Fiscalía son unos “incompetentes”, ya que su voto a favor de la reforma “fue ocho meses antes de la supuesta entrega” de dinero denunciada por Lozoya.
El político acusa a López Obrador de intentar meterlo a la cárcel para frenar su posible candidatura presidencial en 2024, algo que el Presidente ha negado y ha pedido a la Fiscalía transparentar su caso.
La trama de corrupción de Odebrecht, que ha afectado a varios países latinoamericanos, estalló en México el año pasado tras el arresto en España y la extradición a territorio mexicano de Lozoya.
Lozoya, acusado de recibir 10.5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña a cambio de contratos, cerró un acuerdo con la Fiscalía mediante el cual delató a buena parte de la élite política mexicana a cambio de afrontar su proceso en libertad.
Por esta denuncia, un Juez impuso en abril pasado prisión preventiva contra el exsenador Jorge Luis Lavalle, única persona que hasta la fecha se encuentra en la cárcel por este asunto.
Fuente: Sin Embargo