La empresa Juegos de Pelota Inc., sin redes sociales ni forma de contacto, junto con su director, César Esparza Portillo, carecen de conocimientos previos en la construcción de estadios deportivos, ya que cuentan con dos proyectos con años en el “limbo”: el Estadio Nacional México en Nuevo León y el Nueva Arena de Verona en Italia.
Según una investigación del Diario de Yucatán, César Esparza Portillo, de 50 años, se ha desenvuelto profesionalmente en Monterrey en actividades ajenas a la construcción de proyectos como estadios.
Desde 1992 es socio minoritario de Agrícola Esparza, S.A. de C.V., propiedad de su padre, con sede en el estado de Chihuahua y dedicada a la producción y venta de productos agrícolas.
Se documenta que en 1994 abrió un pequeño negocio de directorios escolares para después convertirlo en una empresa de mercadotecnia: Grupo Diretec, S.A. de C.V.
En 2017 forma otra empresa, Amor de Padre, S.A. de C.V., dedicada a la composición y comercialización de obras musicales y literarias.
Apenas en febrero de 2020, el empresario formó dos empresas relacionadas para el Estadio Sostenible de Yucatán: Juego de Pelota México, S.A.P.I. de C.V. y Estadio Sustentable de Yucatán, S.A.P.I de C.V., cada una con un capital social de cien mil pesos.
Estas dos últimas empresas, de reciente creación, serán las encargadas de construir y gestionar el nuevo estadio, el cual fue anunciado en conjunto con el gobernador Mauricio Vila el pasado 31 de agosto.
Estadio Nacional México en Nuevo León
A través de su empresa Iconos Sustentables, el empresario presentó el Estadio Nacional México en Nuevo León, el cual se iba a construir sobre el río Santa Catarina, muy cerca del Parque Fundidora.
El estadio, según César Esparza, estaba contemplado entre los proyectos del 2020 del presidente Andrés Manuel López Obrador, al igual de que presentó un documento en donde menciona que el gobierno facilite y acelere la implementación del proyecto.
La inversión rondaría los 8 mil millones de pesos y este nuevo estadio sería sede de encuentros de fútbol, Grandes Ligas, NFL y otros más; con una capacidad de 70 mil aficionados.
En 2016, este proyecto fue catalogado como “una estupidez, la más grande que pueda existir” por Óscar Bulnes, extitular de Obras Públicas de Nuevo León, pues ya se tenían los antecedentes del huracán Gilberto en 1988 y el Alex en 2010 que arrasaron con todo a su paso.
El proyecto ha sido señalado en inviable, ya que corre riesgos de inundación y siguen a la espera que de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) entregue los permisos de construcción.
La obra se espera construirse en el 2022.
Nueva Arena de Verona en Italia
César Esparza se ha presentado como director general del estado Nueva Arena de Verona en Italia, cuya obra arrancaría a principios de 2021 y dejaría en la “historia” al estadio veronés Marcantonio Bentegodi.
En una entrevista con el medio Proceso, Esparza Portillo señaló que la construcción de un nuevo estadio en Verona para dar paso a la “modernidad”.
Según el director de Juegos de Pelota Inc., el estadio Marcantonio Bentegodi, el cual tiene casi 60 años, sería demolido para dar paso a un megaproyecto que incluye un nuevo estadio, hotel, museo y otros locales para los fanáticos del balónpie.
En la prensa italiana solo se documenta en el portal larena.it lo dicho por Esparza Portillo, la demolición del Marcantonio Bentegodi para dar espacio a un estadio más pequeño y que simule ser una arena romana.
Esta obra no solo está involucrada Juegos de Pelota Inc., cuya sede es en Nueva York, sino también con la italiana Impresa Generale di Costruzioni.
Pese a que Esparza Portillo señaló el inicio de obras este año, el Marcantonio Bentegodi sigue de pie y sigue albergando los encuentros de Hellas Verona.
Según Proceso, la obra costará al menos unos 120 millones de euros, e incluye el estadio con 32 mil butacas, un hotel de 210 habitaciones, algunas con vista a la cancha, un museo de 5 mil metros cuadrados con productos típicos italianos, un pequeño teatro, oficinas, tiendas comerciales, cafeterías y hasta un parque externo.
Esparza atribuye a la demora del Nueva Arena de Verona a la contingencia provocada por el Covid-19.
Ambos estadios, el de Nuevo León y el de Italia, cargan la misma línea de escepticismo en sus respectivos poblados y ponen en tela de duda si el Gobierno del Estado de Yucatán está haciendo el trato correcto con la gente adecuada y capacitada para uno de los proyectos que el actual gobernador anuncia con sombrero ajeno.
Con información del Diario de Yucatán, Proceso, larena.it,