La devastación de más de 200 hectáreas de selva en el ejido de Chactún por parte de una empresa privada, fueron denunciados por habitantes de Maxcanú y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró temporalmente las actividades de desmonte.
El daño de esta zona comenzó desde el 2019 y los habitantes cercanos de esta zona pagaron las consecuencias, por lo que interpusieron una denuncia con el número de expediente PFPA/37.7/2C.28.2/0121-21.
Después de dos años, la Profepa acudió al sitio y corroboró el hecho de las hectáreas que fueron devastadas. Por esto, se realizó la suspensión establecida por el desmonte no autorizado y por la extracción de tierra roja en la zona, la cual tampoco estaba autorizada.
Los demandantes indicaron que seguirán a la espera de la resolución final por parte de la dependencia federal.
“Estaremos a la espera de las sanciones correspondientes a las personas responsables y pedimos también que los daños sean resarcidos porque en los últimos tres años la deforestación ha sido una constante”, puntualizaron vía comunicado.
Con información de Noticaribe