Cada tercer lunes de enero es identificado como el “Blue Monday” o el día más triste del año, el cual fue asignado en 2005 por el psicólogo Cliff Arnall, cuyo origen sería una estrategia para promover los vuelos de una aerolínea.
Todo comenzó en 2005 cuando el psicólogo Cliff Arnall, profesor de la Universidad de Cardiff, desarrolló una fórmula pseudomatemática sin base científica para identificar cuál era el peor día del año, con motivo de una campaña de marketing para la agencia de viajes Sky Travel.
Arnall trató de averiguar a través de un cálculo matemático cuándo había una mayor predisposición de los consumidores a reservar las vacaciones. Fue entonces cuando terminó dando con una fórmula que dio resultado en el ámbito de marketing y se quedó para ser aprovechado por algunas marcas y establecimientos.
Finalmente, determinó que el tercer lunes de enero es el más deprimente. Los factores que apuntaron a este resultado fueron el clima, la deuda, el salario mensual, el tiempo transcurrido desde las Navidades, el tiempo desde que se ha fallado en los propósitos del Año Nuevo, la escasa motivación y la imperiosa necesidad de actuar ante esto.
Sin embargo, el Blue Monday ha generado controversia, ya que es una idea sin fundamento científico, puesto que el estado de ánimo de las personas no se constituye de eventos únicos.
“Los resultados dejan en claro que no hay evidencia concluyente de que en este día ocurra algo fuera de lo común”, señaló Ricardo Trujillo Correa, especialista de la UNAM.
Recalcó que su veracidad está en tela de juicio, pues “sería como creer que el 31 de diciembre nos influye para repensar nuestra vida, o que el 14 de febrero nos hace más románticos. La afectividad es un consenso colectivo y no consciente para dar sentido y significado a nuestras prácticas cotidianas”.
Fuente: Milenio