La carrera del TikToker Khabane “Khaby” Lame inició en la primavera de 2020, en pleno confinamiento y tras ser despedido por la pandemia, fue justo cuando comenzó a publicar videos con un patrón simple: responder con soluciones simples a grabaciones disparatadas e inútiles.
En sus videos opta por una apariencia sencilla, pues no pronuncia palabra alguna y deja que las acciones hablen por él. Por ejemplo, mientras un usuario corta la piel del plátano con un cuchillo, él lo pela con las manos. Después, señala la fruta con la mano, haciendo una mueca, como diciendo: “Ya está, así de simple”. Esto lo ha catapultado al estrellato. Él mismo confirma que la sencillez es uno de sus puntos fuertes. “Mis vídeos no son complicados, creo que ese es el secreto”, cuenta a este diario en una videollamada.
@khaby.lame Yes literary Genius my friend 🤲🏿🤦🏿♂️ #learnfromkhaby #learnwithtiktok @tiktok ♬ suono originale – Khabane lame
Usando un teléfono viejo y con una mala iluminación, lo que era algo para pasar el tiempo y por divertir a la gente terminó en una cuenta con más de 121 millones de seguidores.
La popularidad del Lame no ha sido en vano, pues se estima que posee una fortuna de 2.7 millones de dólares, cifra obtenida gracias a los convenios que mantiene con diversas marcas para hacer publicidad. Además, Lame es el segundo con más seguidores en TikTok.
@khaby.lame Thanks to my uncle @alessandrodelpiero to assist me in this award ceremony with our Olympic champion#GianmarcoTamberi gold medal Tokyo #learnfromkhaby ♬ suono originale – Khabane lame
El despido que sufrió lo obligó a pasar tiempo en casa de sus padres, al igual que la pandemia, fue ahí que decidió hacer videos, algo que le apasiona.
“Desafortunadamente, yo perdí el trabajo, pero eso le pasó a mucha gente. Cuando me despidieron y tuve que quedarme en casa, finalmente pude hacer lo que quería y concentrarme en lo que me gusta, hacer vídeos, hacer reír a la gente”, explica.
“Khaby” sufrió un cambio de 180 grados, pues llegó a Italia desde Senegal cuando apenas tenía un año y vivía en una casa para personas en situación de exclusión social, ahora, toda una celebridad en las redes sociales, vive en Milán.
Aunque es el tiktoker italiano más conocido en el mundo, no tiene ni la ciudadanía ni el pasaporte italianos. Las severas leyes de inmigración del país transalpino no se lo han permitido, y todavía sigue lidiando con el papeleo, aunque para él no es un problema. “Uno es de donde se siente, no necesito un papel para sentirme italiano”, confiesa. Aunque reconoce que esta cuestión burocrática le ha complicado, por ejemplo, la obtención de una visa para viajar a Estados Unidos de promoción. “Si me dan la nacionalidad a mí, aún quedarán millones de personas que están luchando por conseguirlo”, apunta. A Lame le gustaría que su caso visibilice la situación de miles de personas que, como él, no gozan de los mismos derechos que los italianos.
Tiene un sueño por cumplir: actuar, llegar a Hollywood, probar suerte en la comedia y hacer una película con Will Smith, su gran ídolo. Lo perseguirá con un lema: “Hay que superar siempre los propios límites y, sobre todo, los límites que nos marcan los demás”.
Con información de El País