El papa Benedicto XVI supo sobre sacerdotes de la iglesia que abusaban de menores de edad cuando fue arzobispo de Munich de 1977 a 1982, según la investigación de un bufete de abogados, quienes relevan un extenso documento sobre 497 casos de abuso sexual hacia niñas y niños por parte de 173 sacerdotes.
Este documento fue encargado por la archidiócesis y Joseph Ratzinger ha negado “contundentemente” las acusaciones”.
Uno de los abogados que realizó el informe, Martin Pusch, aseguró que Ratzinger sancionó a dos de cuatro sacerdotes que abusaron de menores, pero se les permitió seguir trabajando como pastores. El documento señala que no hubo procedimiento para su excomunión ya que no era interés del efe emérito de la iglesia.
El bufete de abogados Westphal Spiker Wastkl (WSW) de Múnich, quienes realizaron el informe, revelaron un total de 487 casos de abusos sexuales contra menores entre 1945 y 2019 cometidos por 235 presuntos autores, de los cuales, 173 serían sacerdotes.
La mayoría de las víctimas eran hombres (247), y el 60% de los casos tenían entre 8 y 14 años.
Además, 18 clérigos fueron reincorporados a la labor pastoral incluso después de cumplir con sus correspondientes condenas. Los abogados intuyen que muchos de los agresores siguen activos en la iglesia el día de hoy.
El informe abarca los mandatos de cardenales de alto rango como Joseph Ratzinger o el actual cardenal Reinhard Marx, que está al frente de la diócesis desde 2008.
Según la investigación, el cardenal Marx manejó incorrectamente los casos de abuso en al menos dos casos sospechosos.
En 2021, el cardenal Marx ofreció su dimisión al actual papa Francisco. Al hacerlo, hizo hincapié en la mala praxis ante el escándalo de los abusos. Francisco rechazó la renuncia de Marx.
El portavoz del vaticano, Matteo Bruni, expresó que se dará la “justa atención” a la investigación y ha manifestado su “vergüenza” y “remordimiento” por los casos de abusos a menores por parte del clero. Bruni indica sobre el informe que “en los próximos días, tras su publicación” el Vaticano “lo podrá ver y podrá oportunamente examinar los detalles”.
“La Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino que ha emprendido para tutelar a los pequeños, garantizándoles espacios seguros”, añade Bruni.
Con información de El País