Antonio Walker Olvera: La responsabilidad social de los empresarios

Los albergues de la Buena Voluntad y San Vicente de Paúl, ejemplos de apoyo a la sociedad, atienden todos los días a cientos de enfermos y a sus familiares, afirmó Walker Olvera.


Antonio Walker Olvera está convencido de la responsabilidad social de los empresarios. Con esa postura presidió, en su oportunidad, la Coparmex Mérida y la transmite desde diversos frentes. Dos de ellos son los albergues de la Buena Voluntad y San Vicente de Paúl. Ahí se atienden, todos los días, a cientos de personas.

Antonio fundó, junto con su hermano Jorge Walker Olvera, Metal Tec. Esta empresa actualmente es líder en fabricación y comercialización de estructuras de acero. Los hermanos Walker comenzaron hace ya más de 35 años este esfuerzo.

La compañía Metal Tec se convirtió en el buque insignia de otras compañías, todas relacionadas con la construcción y con el acero. El esfuerzo de Antonio y Jorge Walker Olvera se traduce en la creación de cientos de empleos y la construcción de numerosas obras.

Antonio Walker Olvera está convencido de que los empresarios tienen una responsabilidad, que debe traducirse en acciones para que la sociedad progrese de una manera más justa y equitativa. Es decir, que los empresarios no deben aislarse, sino deben ser actores de cambio.

Con esa mentalidad presidió la Coparmex Mérida. Ahí representó a empresarios con el mismo objetivo de ser gestores de cambios positivos, que beneficien no sólo a los empleadores sino a toda la sociedad.

Otro de los esfuerzos en ese sentido es su participación como presidente del Patronato de la Buena Voluntad y el Albergue Temporal San Vicente de Paúl, las cuales están comprometidas con el desarrollo sustentable de comunidades que no poseen todos los recursos.

Entre los dos albergues: el de la Buena Voluntad y de San Vicente de Paúl, se dan cientos de raciones de comida al día, tanto desayunos, meriendas y cenas. No se cobra nada y además de ofrecerles albergue pueden acudir a lavar su ropa y descansar, además de que las voluntarias les enseñan manualidades.

A esos albergues llegan enfermos y familiares que acuden a los Hospitales “Dr. Agustín O’Horán” y Regional de Alta Especialidad, así como a los Centros Anticanceroso y Dermatológico. No dejaron de ofrecer servicios durante los días más duros de la pandemia, al contrario, convirtiéndose en verdaderos refugios.

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