A casi 190 años de su último registro, se confirmó la presencia de las moscas carnívoras o quebrantahuesos devorando la carne de un jabalí muerto en el Parque Nacional de los Pirineos, en Francia.
Fue durante una vigilancia sanitaria en el Valle Ossau cuando se reportó la presencia de estas moscas conocidas como Thyreophora Cynophila, la cual estaba incluida en la lista de especies en extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Esta especie es de casi 10 milímetros de largo y se distingue porque su cabeza es de color naranja brillante, tiene un cuerpo azul metálico y un par de manchas negras en las alas, según la descripción de Georg Wolfgang Franz Panzer en 1798.
De igual forma, su periodo de más actividad es en el invierno, ya que el frío no parece afectar a las. larvas que se alimentan de cadáveres de animales en descomposición en la nieve y restos putrefactos de grandes mamíferos, ya sean salvajes o domésticos, forman parte de su menú favorito.
De momento, no se tiene información de su posible migración a países del continente americano, sin embargo, los especialistas mantienen un monitoreo para descartar cualquier riesgo para los seres humanos.
Fuente: Parque Nacional de los Pirineos