Una investigación ha destapado una práctica controvertida en Mérida: la venta de carne de caballo en carnicerías y taquerías, presentada como carne de res.
Según informes, un hombre apodado “Méndez” está en el centro de esta controversia. Se dice que Méndez obtiene los caballos a través de los torneos de lazo que se celebran en varios puntos del estado, para luego procesar y distribuir la carne. Este negocio aparentemente comenzó en un terreno de la colonia Mulsay, al poniente de Mérida, y se ha extendido a taquerías en el sur de la ciudad.
Se estima que el 40% de cada animal, aproximadamente 100 kilos, se vende a negocios locales, generando ingresos de hasta 6 mil pesos por caballo. Las carnicerías involucradas en este esquema mezclan la carne de caballo con carne de res, vendiendo el kilo a 150 pesos, lo que les permite obtener una ganancia considerable.
Aunque el consumo de carne de equino no representa un riesgo intrínseco para la salud, las regulaciones en Yucatán prohíben específicamente su venta para consumo humano ya que nunca se sabe cuál es la procedencia del animal o cómo fue su muerte.
Este incidente no solo pone en cuestión la legalidad de la práctica, sino también la confianza de los consumidores en los establecimientos que frecuentan.
Las autoridades locales están llamadas a intervenir para garantizar el cumplimiento de las normativas sanitarias y proteger los derechos de los consumidores.
Con información del Sol Yucatán