Hace apenas unos meses, México sufría bajo el azote de temperaturas que superaban los 40 grados Celsius, creando una ola de calor intensa que afectaba a gran parte del país. Sin embargo, la reciente llegada de la tormenta tropical ‘Alberto’ ha traído un cambio drástico al panorama climático nacional.
Con el paso de ‘Alberto’, las temperaturas extremadamente altas han dado paso a precipitaciones abundantes, afectando a varios estados con lluvias significativas. Este fenómeno no solo ha proporcionado un alivio muy necesario del calor, sino que también ha contribuido a situaciones inusuales en términos de recursos hídricos.
Uno de los casos más notables se ha presentado en Nuevo León, donde la presa de La Boca alcanzó un nivel de llenado total, superando incluso el 100% de su capacidad, algo nunca antes visto en la región. Este evento subraya la intensidad y el impacto de las lluvias recientes, destacando la volatilidad y los extremos del clima que están experimentando diversas partes de México.
Estos cambios climáticos extremos plantean desafíos importantes para la gestión de recursos naturales, la agricultura, y la vida cotidiana de los ciudadanos. También resaltan la necesidad de políticas y medidas de adaptación más robustas para enfrentar los efectos cada vez más variados y severos del cambio climático.
A medida que México transita de un extremo climático a otro, la respuesta de las autoridades y de la población será crucial para mitigar los impactos y prepararse para futuros eventos meteorológicos.