El despido de Dzereco y Nohoch, tras 23 años de mantener viva una tradición en la televisión yucateca, encendió las alarmas en el ámbito cultural. Ahora, el caso de Trovanova, con 25 años de trayectoria representando a Yucatán en los mejores escenarios y grandes eventos culturales y festivales internacionales, ha generado una nueva ola de indignación.
Los integrantes de Trovanova han denunciado que fueron obligados a firmar una hoja de renuncia, lo que pone en peligro la continuidad de un proyecto que no solo ha enriquecido la escena musical del estado, sino que ha sido un emblema de la trova yucateca a nivel nacional e internacional. En respuesta, han solicitado una audiencia con el gobernador Huacho Díaz Mena y la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), buscando respuestas ante una decisión que consideran injusta.
“Es doloroso que después de tantos años de esfuerzo y de llevar el nombre de Yucatán a escenarios internacionales, ahora nuestra trayectoria parezca no tener valor”, señalaron los integrantes del grupo. Trovanova ha sido parte esencial del alma cultural del estado, y su música ha resonado desde festivales internacionales hasta eventos que celebran las raíces yucatecas.
Esta situación ha puesto al nuevo gobierno en el ojo del huracán, pues decisiones como estas envían un mensaje preocupante sobre el futuro del arte y la cultura en la entidad. Los yucatecos cuestionan si el compromiso con la tradición y el talento local será realmente una prioridad en esta administración o si, como temen algunos, estamos presenciando el abandono de pilares fundamentales de la identidad yucateca.
La cultura no debe ser moneda de cambio ni quedar relegada en aras de la renovación. Las voces de Trovanova y de otros afectados esperan una respuesta que demuestre que, en Yucatán, el arte y la tradición todavía tienen un lugar privilegiado.