Liborio Vidal es un candidato que sobra

El candidato Liborio Vidal Aguilar, quien renunció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y brincó a Acción Nacional (PAN) apenas en diciembre del 2020, es una figura que con tal de seguir en el poder cambia de piel como lagarto y la realidad es que es un candidato que sobra en el partido que este.

No es de sorprender que, tal cual chapulín, renunciara al PRI para irse al PAN, donde buscaría continuar siendo diputado federal del Distrito I (Valladolid) de Yucatán), y perpetuar su dominio en este municipio, pues recordemos que de 1991 a 1993 fue presidente del municipio y su periodo en la legislatura fue desde el 2015 al 2018.

En su carta de despedida del PRI, señaló que la militancia no puede ser “ciega o incondicional”, habla de “principios de servicio a la ciudadanía” sobre lealtades políticas, la búsqueda del “bien común! y el “orden democrático y la pluralidad”.

Ante la caída meteórica del Revolucionario Institucional en el estado, no es de extrañar que se pinte de azul para seguir formando parte de la clase política, de esa que sobra y le quita la oportunidad a verdaderos agentes de cambio.

Recordemos que pobladores de los municipios del sur y oriente del estado protestaron a las afueras de las oficinas del INE en Yucatán, donde exigen especial atención en los distritos federales I,  con sede en Valladolid y V en Ticul.

Si esto no es una señal clara de que los pobladores de esos municipios exigen y necesitan representantes indígenas que entienda sus necesidades, poco puede hacer una persona que ni el maya domina.

“Queremos a alguien que nos represente, que haya nacido en nuestros pueblos y que conozca lo que sufrimos en las comunidades”, señaló una de las manifestantes en el lugar.

 

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