No hubo beneficio ni irregularidades, señala Baker Hughes en caso de la “casa gris”

Después de contratar a un despacho de investigación para determinar si hubo conflicto de interés, la empresa Baker Hughes señaló que no hubo caso alguno por la renta de una casa entre un empleado de la empresa y Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán.

Fue la firma “Grupo R. McConnell” la que concluyó que no persiste un conflicto de interés y que la empresa Baker Hughes no participó ni se benefició por dicha renta.

“Por lo anterior, Baker Hughes niega cualquier conflicto de interés en relación con información relativa al arrendamiento de la propiedad privada de este exejecutivo y nuestras operaciones en México”.

La investigación señala que la empresa no conocía dicho trato de renta de esta vivienda hasta que hizo eco a través de los medios de comunicación, al igual que esta casa no es gestionada por ellos.

Las conclusiones fueron presentadas en rueda de presenta en la que participaron Bob Pérez, vicepresidente regional de Baker Hughes y Octavio Romero, director de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Aquí, textualmente las conclusiones de la empresa.

La casa pertenecía a Keith Schilling, quien se incorporó a nuestra empresa en 2016 y dejó la compañía el 31 de diciembre de 2019. El señor Schilling nunca trabajó en ninguna área relacionada con México ni con o para clientes mexicanos. Keith Schilling fue el líder de Baker Hughes en Canadá en el año 2019. Anteriormente, fue director comercial y de ventas en la empresa para la región de Norteamérica, la cual, de manera interna, atiende exclusivamente a Estados Unidos y Canadá.

México no está incluido en la región de Norteamérica para Baker Hughes. Internamente, las ventas y operaciones en México están organizados dentro de la entidad separada denominada Latinoamérica y Sudamérica.

Tal y como informó inicialmente el Sr. Schilling a Bloomberg el 4 de febrero, el contrato de arrendamiento se firmó con un tercero con el que el Sr. Schilling afirma no haber tenido ningún contacto o relación previa. La declaración del Sr. Schilling y la revisión de este asunto por parte de la empresa que realizó la investigación para Baker Hughes, indican que la transacción se celebró a través de un proceso de solicitud de arrendamiento convencional y en su momento, acorde a condiciones de mercado.

(…)

Hemos completado de manera proactiva una revisión interna de algunos de nuestros contratos y tratos comerciales con PEMEX que han sido mencionados en los medios de comunicación a partir de 2016, y no hemos encontrado registros de que Keith Schilling esté involucrado, nombrado o mencionado en ninguna documentación.

Seguimos teniendo certeza de que no existe ningún conflicto de intereses o relación entre nuestra empresa, el señor Schilling, Pemex y un tercero.

Esto es lo que dijo la firma auditora, Grupo R. McConnell:

La revisión del Grupo R. McConnell concluye que la transacción de arrendamiento entre Keith Schilling y un tercero se considera una transacción de curso ordinario en condiciones de igualdad entre esas partes. No tiene ninguna relación con ningún negocio de Baker Hughes en México o de otro tipo. Baker Hughes no tenía conocimiento del acuerdo de alquiler ni recibió ningún beneficio de él.

Agencias

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