Martha G., residente de la calle 25 entre 46 y 48 de la zona Oriente de Progreso, ha solicitado ayuda desesperadamente luego de ser víctima de una serie de acosos y daños a su propiedad. La situación, que inició en enero, ha llevado a Martha a vivir con temor constante en su propio hogar.
Los incidentes comenzaron cuando una pobladora extranjera de origen canadiense, identificada como K.G.O., solicitó el alquiler de la propiedad de Martha por un mes. Aunque al principio todo parecía normal, los problemas surgieron cuando la extranjera se negó a abandonar la casa al término del período de alquiler.
Martha relató que al regresar a su hogar, encontró daños en la propiedad y una serie de disputas con la inquilina extranjera, quien se negaba a pagar el alquiler correspondiente. A pesar de las demandas y una orden de restricción emitida por la Fiscalía General del Estado, los acosos continuaron, incluyendo difamación en redes sociales y acoso telefónico.
La situación alcanzó su punto crítico cuando la inquilina fue encontrada fumando marihuana en el baño de la propiedad y se negó a cumplir con la orden de restricción, lo que llevó a su detención. Sin embargo, Martha continúa viviendo con miedo, ya que la acosadora ha vuelto a desafiar las restricciones y la seguridad de la anciana sigue en riesgo.
Vecinos del área han confirmado que Martha no es la única afectada por el comportamiento problemático de la inquilina extranjera, lo que indica un patrón de comportamiento preocupante.
Martha G. ha pedido a las autoridades que tomen medidas urgentes para garantizar su seguridad y que se haga justicia ante los daños físicos y psicológicos que ha sufrido. Su caso destaca la necesidad de abordar adecuadamente las situaciones de acoso y violencia doméstica, especialmente cuando afectan a los miembros más vulnerables de la sociedad.
Fotografía por Por Esto.