En medio de la intensa contienda electoral, la candidata presidencial de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, se encuentra en el ojo del huracán tras un sorprendente escándalo familiar. Un video viral ha sacudido las redes sociales al mostrar a su hijo, Juan Pablo Sánchez Gálvez, en una situación comprometedora: visiblemente ebrio, profiriendo insultos y agrediendo a un empleado de un bar en Polanco.
Ante la creciente presión pública y las críticas, Gálvez no tardó en emitir un comunicado ofreciendo disculpas por el inapropiado comportamiento de su hijo. En declaraciones a los medios, expresó: “Me disculpo por el contenido de ese video. Eso ocurrió hace un año. Mi hijo ha pedido disculpas, y como madre, tomé medidas inmediatas en cuanto me enteré de los hechos. Él se dirigió personalmente al lugar donde ocurrieron los incidentes para ofrecer sus disculpas”.
Juan Pablo Sánchez Gálvez, quien hasta entonces ocupaba un cargo activo en el equipo de campaña de su madre, también emitió una declaración a través de sus redes sociales, asumiendo la responsabilidad por sus acciones y renunciando al puesto de Líder de las Redes de Jóvenes. “Estoy aquí para enfrentar las consecuencias de mis actos, reconociendo mis errores y dando un paso atrás en mi cargo. Continuaré apoyando a mi madre como su hijo”, manifestó.
El escándalo ha provocado reacciones en el ámbito político, especialmente a pocos días del primer debate presidencial. Gálvez ha denunciado que sus oponentes políticos están utilizando este incidente para desacreditarla, pero asegura estar preparada para enfrentar cualquier adversidad.
Este incidente subraya cómo la vida privada de los candidatos puede impactar significativamente en sus trayectorias políticas, y cómo la viralidad de las redes sociales amplifica tales controversias, influyendo en la percepción pública y en el desarrollo de las campañas electorales.