El cohete chino Long March 5B avanza sin control a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora.
Y se estima que ingresará a la atmósfera de la Tierra este fin de semana, por lo que existe preocupación por el lugar donde se estrellen sus restos.
Será uno de los reingresos no controlados más grandes en la historia de las misiones espaciales.
Y no se descarta que el lugar de la caída sea en una zona habitada.
El Pentágono estadounidense es una de las entidades estatales que rastrea al cohete chino.
El Departamento de Defensa de EE.UU. cree el el impacto puede producirse “alrededor del 8 de mayo” y descartó de momento dispararle.
Mike Howard, portavoz de la oficina gubernamental, señaló este jueves que el Comando Espacial monitorea la trayectoria del cohete.
Sin embargo, reconoció que ni siquiera se conoce el punto exacto de entrada a la atmósfera y que su avance no tiene control.
Los chinos utilizaron el cohete para poner en órbita parte de su estación espacial la semana pasada.
Si bien la mayoría de los desechos espaciales se queman en la atmósfera, el tamaño del cohete de 22 toneladas provoca preocupación.
Fuente: BBC Mundo