El cantante de música urbana K-Laco relató en una entrevista la razón por la que se alejó un tiempo del mundo de la música, la cual está relacionada con el crimen organizado que tenía puestos sus ojos en los músicos de Reggaeton, considerada la capital del país de este género musical.
Cuenta Luis Castillo Leal, nombre real detrás de K-Laco, que en el momento en el que esta en su apogeo tenía mucho trabajo en el estado de Veracruz, junto con otros artistas urbanos del momento, pero que era bastante común que integrantes del crimen organizado les pidieran dar espectáculos en sus eventos y si llegaban a rechazar la oferta, tenían que abstenerse a las consecuencias.
“Estas personas, si ellos querían, te mandaban a llamar para que te vayas a cantar a los XV años, si no iba podían pasar cosas feas”, contó el cantante.
Poco a poco, el ambiente musical en Veracruz se fue rodeando de ese tipo de situaciones y Luis Castillo admitió que llegó a tener miedo en algún momento, pero decidió seguir con la música pues había regresado a Mérida para buscar capital y realizar su segundo disco.
Al buscar a una persona que iba a formar parte como segunda voz en su disco, fue asesinado y descuartizado, presuntamente, por el crimen organizado. Cuando se dio cuenta de la situación peligrosa que se vivía en Veracruz, tomó decisión de regresarse a Mérida.
Otro colega que también tuvo un final fatídico fue el cantante de Reggaetón Gbran, del dúo Gbran y Malak, a quien K-Laco consideraba como el mejor de todo el país, quien iba a ser uno de los participantes del programa de televisión La Voz México.
Según contó el cantante, se había topado con Gbran varias veces en Televisa Veracruz y en cuestión de unos cuantos días lo levantaron y lo ejecutaron.
“La cosa no era normal”, sentenció el K-Laco.
De igual forma, cuando Luis Castillo se quedaba en Veracruz, se hospedaba en una casa en donde ejecutaron al hermano de uno de sus colegas y fue en ese momento que sintió que corría peligro.
Tras regresar a Mérida, vendió su disco como pudo, de casa en casa y visitando a sus fanáticos y aunque ya no sacó más temas, confesó que le “bajó un poco a la flama”.
Además de miedo, sufrió depresión por todos los actos de violencia de los que fue testigo en Veracruz, pero que no se alejó del todo de la música pues siguió haciendo colaboraciones, vendiendo letras y otras actividades relacionadas a esta forma de arte.
Dirección: Fernando Salvador Gil
Texto: Emmanuel C.